Hoy hubieras cumplido cuatro meses, mi niño. Hoy hubiera sido un día muy bonito, hubiera hecho una tartita y hubiéramos hecho fotos.
Sin embargo, ha sido un día normal, como cualquier otro domingo en casa, haciendo las cosas de siempre y con la mente llena de malos recuerdos que, aunque empiezan a verse de lejos, están muy frescos en nuestras mentes. No ha habido risas, ni llantos, ni nada que hiriese al otro, pero éramos muy conscientes de que no estabas y de que eso no es justo ni debiera ocurrir. Te he echado de menos, como todos los días, pero quizá con la nostalgia de lo que podría haber sido y no es ningún día de mi vida. Es tan duro desear lo que es imposible...
No quiero hablar de nada más hoy, mi ángel. Quiero dedicarte esta entrada y decirte que te quiero con toda el alma y sin descanso. Da igual los meses que pasen, siempre te echaré de menos y siempre serás el segundo de mis hijos (el de mi alma).
domingo, 21 de febrero de 2010
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1 comentario:
PONDRE UNA VELITA POR TI ANGELITO,PARA QUE GUARDES POR TUS PAPIS Y HERMANOS,Y PARA QUE LE DES FUERZAS DIA A DIA.....
UN BESO REINA
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